JARP es el acrónimo que hace referencia a una nueva generación de juegos –en realidad la evolución de juegos clásicos de mesa de toda la vida, adaptados a los tiempos modernos... o bien, juegos de creación propia, aun valiéndose de las técnicas utilizadas en el desarrollo de juegos tradicionales. Una propuesta un tanto irracional, sería, por ejemplo, desarrollar un juego de cartas para jugar a uno de los juegos de estrategia más famosos de todos los tiempos: el ajedrez. Por supuesto, es una tarea titánica, sobre todo que tenga utilidad, sentido, que sea práctica y que guste a los aficionados a dicho juego de estrategia. Por supuesto, solo era un ejemplo, para entender la esencia y complejidad de dicho trabajo.
Tablero, piezas y jugadores
Empezamos a jugar una partida con un amigo. A los cinco minutos llega otro amigo, y aunque la partida esté comenzada, puede jugar, y de muy diversas maneras. Pero vayamos por orden. Un juego, un tablero, unas piezas, unas normas, elaboradas y definidas de forma precisa, al 100%. A partir de ahí, tus manos serán las de un mago, que puede elegir el tablero a conveniencia, las piezas, las normas de juego... ya que, por decirlo de alguna forma, están diseñadas en una forma estructural extremadamente sencilla, digamos, por decirlo igualmente sencillo, a modo de módulos. de módulos con esencia fractal: matemática y geometría pura.
Mente y azar
Hemos desarrollado un juego que permite por igual utilizar las capacidades y habilidades mentales. Proyecto XYZ, primer juego de dicha serie, es un juego que permite jugar única y excluxivamente por actividad mental, como por dados, como utilizando cartas. Todo por igual. Incluso cambiar durante la partida dicha opción: empezar jugando con dados, añadir cartas, dejar dados, dejar cartas, o utilizar cartas que permitan decidir a un 50% por capacidad mental y un 50% por azar. Esto siempre que los jugadores estén de acuerdo en ello.
Salto entre modalidades
Hemos desarrollado un juego que ademas de permitir crear la modalidad de partida que uno desee, a voluntad, además puede saltar entre sus diferentes modalidades, sin perder la esencia de la partida, sino que la mantiene al 100%. Volvamos a hacer un pequeño ejercicio creativo: llega un amigo a tu casa, y empezáis a jugar una partida a "Proyecto XYZ". pero entonces recibes un mensaje de otro amigo que te saluda desde otra ciudad, y llevas la partida del tablero de juego físico, al formato soft. simplemente se reparten las piezas, o a voluntad o a azar, y se sigue jugando. La particularidad de dicho juego permite hacer tal cosa sin que nadie lleve ventaja sobre otro, al margen del reparto de piezas, o que se añada de repente un elemento de azar (dados, cartas). Vamos un paso más allá: de repente veis a amigos en la cancha de juego del barrio, y se decide por unanimidad, que la partida pasa del formato soft a un formato de juego deportivo, donde los jugadores sustituyen a las piezas. Y por supuesto, en todo momento tienen autonomía de movimiento, por las características tan originales con las que ha sido diseñado.